miércoles, agosto 23, 2006

Sexo, religion y secundaria


Uno de los imbéciles que más me hace reir es el pendejo de Jorge Serrano Limón, esta vez la hace de pedo porque el plan de estudios de secundaria incluye educación sexual, como ya se han reido de sus argumentos en incontables ocasiones, esta vez el estúpido de Serrano, intentó aproximarse al asunto desde otra perspectiva, igualmente mocha y conservadora, lo que dijo fue "Hablan de sexo, pero por ninguna parte hablan de matrimonio"

No mames, ¿Acaso cuando alguien pone un puesto de quesadillas en la banqueta, lo primero que piensa es en expedir facturas y pagarle a hacienda?

Casi nada me fastidia más que los malditos fanáticos religiosos que a huevo quieren salvar tu alma, te van a fastidiar a tu casa los fines de sesmana, intentan decirte qué películas no debes ver y ahora se meten con los textos escolares.

Un aspecto que me caga de los seguidores de cristo en específico, es la hipocresía.

En nuestro país, predominantemente creyente y temeroso de dios, son muy pocos los matrimonios que no empezaron como un embarazo accidental, esto sería imposible si se siguieran al pié de la letra los diez mandamientos que marca la biblia en el éxodo si no me equivoco, en específico ese de "no fornicarás"

Yo tenía como seis años cuando pregunté"¿Qué es fornicarás?" siempre se hacían pendejos y no me daban respuestas claras, ¿Cómo pretenden inculcar una religión desde la infancia si hay cosas de las que no están dipuestos a hablar con claridad?

Si los buenos padres católicos no pueden explicar semejante cosa, deberían estar felices de que alguien escriba un libro que los relegue de sus responsabilidades como padres, pero no es asi, actúan indignadísimos, como si ellos mismos hubieran llegado a su noche de bodas sin saber qué pedo.

De todas las gentes que van a misa los domingos, la gran mayoría le ha dado gusto al cuerpo con CUANDO MENOS otras tres gentes, los mandamientos no impiden que los fieles cristianos se vayan a rentar putas, solo impiden que lo disfruten y hacen que se mochen con una lana en la iglesia para quitarse el sentimiento de culpa.

Tarados.

Si no están dispuestos a acatar las normas de conducta de una religión, ¿Para qué chingados siguen ahí?

En la vida diaria, los buenos cristianos sí desean a la hembra del prójimo, no anteponen a dios antes que a todas las cosas, de hecho si hay futbol en la tele no van a misa, y eso de poner la otra mejilla solo hé sabido que lo puso en práctica un simpático flaquito llamado Mahatma Gandhi, que dicho sea de paso, no era cristiano.

Por definición, es más fácil ser una persona inmoral cuando se tiene una religión prohibitiva de receptos férreos, es más sencillo no tener religión y basar tu moral en cosas que puedas cumplir plenamente, este fenómeno se observa a la perfección si comparamos a los personajes de dos libros del Marqués de Sade, hablo de Justina y Julieta, como sé que no leen nada sin dibujitos, voy a resumirles la historia de estas dos hembras.

Justina es un personaje estereotípico de la virtud, es sincera, honesta y recatada, la idealización de una devota hembra cristiana, para su desventura, a lo largo del libro, se topa con un sinnúmero de personas que abusan de su cuerpo en formas terribles y le insertan toda clase de cosas en sus orificios corporales, cuando cree que su dios se apiada de ella y logra escapar de sus captores, cae con otros cabrones todavía más locos que los anteriores.

Julieta, su hermana gemela estodo lo contrario, es el vicio hecho persona, le late el sexo rudo, causar dolor, ver sangre y hacer cosas perversas en general, al igual que su hermana conoce gente bien dañada que hace todo tipo de cosas con su cuerpo, con la sutil diferencia de que ella lo disfruta y hasta le logra sacar provecho a la situación.

El asunto importante es que Julieta nunca actúa contra lo que le dicta su moral, pero Justina en cambio, aunque no haya sido voluntariamente, en la práctica traicionó todas sus creencias y principios.

Las dos pasaron más o menos por lo mismo, pero Justina sufrió de más porque así lo quiso, por querer seguir los preceptos de una religión que prohibe segregar endorfinas.

Regresando a lo de los libros de texto, todas las personas que conozco, han sabido de primera mano de alguien que se tuvo que salir de la secundaria porque se embarazó o embarazó a alguien, son casos esporádicos, pero innegables, es iluso creer que alguien entra a la secundaria sin saber a donde va acoplado lo que cargan entre las piernas.

Hablar de sexo en los libros de texto de secundaria es lo menos que puede hacer nuestra deficiente secretaría de educación, en cuanto a hablar de matrimonio, como lo plantea el pendejo de Jorge Serrano y sus esbirros de pro-vida, no estaría mal, pero no sería en un libro de biología, además se tendría que plantear con otro enfoque, hablar de lo baboso que hay que ser para casarse, otro día escribo de eso.

Odio a la pinche gente, pero el Marqués de Sade es la neta.

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