viernes, septiembre 15, 2006

Limpieza express

El chofer del micro en el que me trepé hoy, bien podría poner un changarro de limpieza de emergencia, nos demostró su habilidad cuando un ebrio miserable nos hizo el favor de guacarear un área considerable del piso del microbús.















Después de bajar a putazos al maldito borracho, el chofer se orilló y en menos de veinte segundos, armado de una escoba y un par de litros de agua, limpió la guácara con una maestría sorprendente.















Al parecer, los microbuseros no son tan idiotas después de todo, solo se equivocaron de profesión, o no consiguieron chamba como personal de limpieza, eso explicaría la furia con la que manejan.

Como sea, no está de más tener el teléfono de uno de estos cabrones, para esos casos cuando despiertas todo crudo y te das cuenta que la fiesta fue en tu casa.

Odio a la gente, en especial a los pinches borrachos que se marean en el micro.

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