Ya se veía venir, la propia delegada se echó para atrás.
En el periodicucho para la plebe llamado "El gráfico" algún pendejo criticó a la delegada por salir a clausurarles el changarro, porque se pasó por los ovarios un amparo.
Concuerdo en que fué una pendejada, a fin de cuentas tuvo que tragarse sus palabras, pero el susto y las pérdidas del día no se las quita nadie.
Ese mismo cabrón del periódico se pregunta ¿Que chingados hace una delegada mexicana defendiendo a unos cubanos?
La respuesta es fácil, no se trata tanto de ayudar a los cubanos, sino de ponerles un alto a los putos gringos.
miércoles, marzo 15, 2006
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