Una vez más, me veo obligado a tirarle cagada a las pendejadas que salen en televisión, pero esta vez no voy a disfrutarlo tanto como otras, porque la pendejada de la que hablo, es un comercial de cerveza corona.
Deben haberlo visto, uno donde aparece un cardumen de pamboleros babeando hacia su respectiva televisión para ver un partido de futbol "sucker", mientras eso pasa, el narrador hace un esfuerzo sobrehumano para no cagarse de risa mientras arguye que todos esos pedazos de mierda con la cara pintada de tres colores y la bandera amarrada al cuello a modo de capa, son parte del equipo.
Qué mamada.
En términos generales, TODOS los comerciales que llevan implícita o explícitamente alguna relación con el soccer APESTAN, pero este comercial en especial, implica un retroceso en la evolución de la especie.
No saben el inmenso trabajo que me ha costado convencer a los imbéciles que me rodean, de que aplastarse frente a la tele y gritar como pendejos, haciéndo de cuenta que los pataspuercas que están jugando pueden escucharlos NO LOS HACE PARTE DEL EQUIPO
Y ahora, el departamento de marketing de grupo modelo, les dá una palmada en la frente a todos esos animales infrahumanos, a la vez que les dice "no hagas caso hijo mío, tú eres parte de la selección de pambol, sin tu invaluable ayuda nunca hubieran (ah no, hubiéramos) derrotado a la selección de Tangamandapio, no importa que seas un maldito perdedor y que ni tu segunda esposa o alguno de sus hijos te respete, no importa que nunca, en tu puerca vida hayas practicado algún deporte, de todos modos eres una eminencia en la materia, ¡Grita! ¡Grítale a la tele cuando transmitan un partido! Todos te escuchamos y valoramos tu opinión, sin importar que después de la cuarta caguama no puedas mas que balbucear pendejadas entre vómito y vómito, eres nuestro jugador estrella, eres sin lugar a dudas todo un deportista de primer nivel.
Eso no es lo malo.
Lo malo es que LOS MUY PENDEJOS SE LO CREEN.
En este punto estoy considerando seriamente lo de seguir con el boicot a productos que incluyan gente nefasta en sus comerciales, a este paso, en seis meses voy a comer puro pasto.
Nadie haría este tipo de comerciales si a la gente no les gustaran.
Como odio a la pinche gente.
viernes, marzo 24, 2006
miércoles, marzo 15, 2006
¿Qué pedo con el Sheraton?
Ya se veía venir, la propia delegada se echó para atrás.
En el periodicucho para la plebe llamado "El gráfico" algún pendejo criticó a la delegada por salir a clausurarles el changarro, porque se pasó por los ovarios un amparo.
Concuerdo en que fué una pendejada, a fin de cuentas tuvo que tragarse sus palabras, pero el susto y las pérdidas del día no se las quita nadie.
Ese mismo cabrón del periódico se pregunta ¿Que chingados hace una delegada mexicana defendiendo a unos cubanos?
La respuesta es fácil, no se trata tanto de ayudar a los cubanos, sino de ponerles un alto a los putos gringos.
En el periodicucho para la plebe llamado "El gráfico" algún pendejo criticó a la delegada por salir a clausurarles el changarro, porque se pasó por los ovarios un amparo.
Concuerdo en que fué una pendejada, a fin de cuentas tuvo que tragarse sus palabras, pero el susto y las pérdidas del día no se las quita nadie.
Ese mismo cabrón del periódico se pregunta ¿Que chingados hace una delegada mexicana defendiendo a unos cubanos?
La respuesta es fácil, no se trata tanto de ayudar a los cubanos, sino de ponerles un alto a los putos gringos.
No se hubiera molestado, gentil operador
El día de hoy voy a transgredir un par de reglas
Primero, voy a contar una anécdota personal
Segundo, voy a hablar bien de un microbusero
Y es que en esta ocasión, un chofer (o el dueño del micro, yo no sé ni me importa) solucionó uno de mis problemas más frecuentes.
Estando a bordo de una atestada unidad, una de las preguntas más difíciles con las que se puede topar alguien es "¿Ahora qué chingados hago con el papel repleto de mocos que traigo en la mano izquierda?"
Afortunadamente para mí, alguien ya había previsto esta eventualidad, y dispuso a lo largo del pasamanos una serie de pequeños botes de basura con forma de zapato.
Y yo que pensaba que realmente se trataba de zapatos usados por alguna larva de microbusero, pero ya pensando el asunto con calma me dí cuenta de mi error...
Bueno, ya estuvo bueno de sarcasmo, me excedí con eso de mí mismo cometiendo un error, ¿En qué estábamos?
Ah sí, amarrar al tubo del pasamanos los sucios zapatitos donde el anteproyecto de macuarro dió sus primeros pasos, está tipificado como nacada de nivel 3.
No he realizado encuestas, pero estoy seguro de que el número de pasajeros interesados en la cantidad, edad, y situación de los hijos del microbusero es muy cercano a cero, por lo tanto no hay justificación para semejante muestra de mal gusto.
Yo personamente encuentro ya de por sí preocupante el saber que esos subnormales se multiplican, tener la evidencia colgando a centímetros de mi rostro es rudeza innecesaria.
Estoy tentado a estudiar psicología solamente para poder explicarme el porqué de la obsesión de los microbuseros por comparir con todo el mundo los más nimios detalles de su intrascendente existencia, de momento es un misterio, pero al parecer están convencidos de que deben mantenernos informados de muy diversas e irrelevantes cosas.
A continuación encontrarán un esquema básico de lo que los microbuseros le dicen al mundo acerca de ellos mismos, así como de los medios de los que se valen para hacerlo.
1 Cual es el nombre de su gorda en turno
a) pegándolo con letras enormes en el parabrisas
b) pegándolo en letreros más pequeños adentro
2 Cual es su afiliación religiosa
a) colgando un rosario del espejo
b) empotrando enmedio de la parte interior del parabrisas un crucifijo casi de tamaño natural
c) instalando un nicho con uno o dos santos dentro de la unidad
d) pegando imágenes de cristo o de la muerte en las ventanillas
3 Por supuesto su inmundo gusto musical
a) Poniendo sus cumbias a todo volumen
b) Con calcomanías de "la Z" o "El panda show"
4 Su total desprecio por el reglamento de vialidad
a) Sin ir mas lejos, manejando como simios con ardor de cola
5 Su afición por el deporte
a) Colgando banderas, muñecos, escudos y demás parafernalia pambolera en todos lados.
6 La existencia de su estirpe
a) Diminutos zapatos colgados de los tubos.
No siento que sea necesario redactar un manual de sabotaje para indicar la manera correcta de retacar de mugre y desperdicios orgánicos los nefastos zapatitos, basta decir que mientras no los vea el mandril al volante no habrá pedo, lo demás es cosa suya, sean creativos.
Primero, voy a contar una anécdota personal
Segundo, voy a hablar bien de un microbusero
Y es que en esta ocasión, un chofer (o el dueño del micro, yo no sé ni me importa) solucionó uno de mis problemas más frecuentes.
Estando a bordo de una atestada unidad, una de las preguntas más difíciles con las que se puede topar alguien es "¿Ahora qué chingados hago con el papel repleto de mocos que traigo en la mano izquierda?"
Afortunadamente para mí, alguien ya había previsto esta eventualidad, y dispuso a lo largo del pasamanos una serie de pequeños botes de basura con forma de zapato.
Y yo que pensaba que realmente se trataba de zapatos usados por alguna larva de microbusero, pero ya pensando el asunto con calma me dí cuenta de mi error...
Bueno, ya estuvo bueno de sarcasmo, me excedí con eso de mí mismo cometiendo un error, ¿En qué estábamos?
Ah sí, amarrar al tubo del pasamanos los sucios zapatitos donde el anteproyecto de macuarro dió sus primeros pasos, está tipificado como nacada de nivel 3.
No he realizado encuestas, pero estoy seguro de que el número de pasajeros interesados en la cantidad, edad, y situación de los hijos del microbusero es muy cercano a cero, por lo tanto no hay justificación para semejante muestra de mal gusto.
Yo personamente encuentro ya de por sí preocupante el saber que esos subnormales se multiplican, tener la evidencia colgando a centímetros de mi rostro es rudeza innecesaria.
Estoy tentado a estudiar psicología solamente para poder explicarme el porqué de la obsesión de los microbuseros por comparir con todo el mundo los más nimios detalles de su intrascendente existencia, de momento es un misterio, pero al parecer están convencidos de que deben mantenernos informados de muy diversas e irrelevantes cosas.
A continuación encontrarán un esquema básico de lo que los microbuseros le dicen al mundo acerca de ellos mismos, así como de los medios de los que se valen para hacerlo.
1 Cual es el nombre de su gorda en turno
a) pegándolo con letras enormes en el parabrisas
b) pegándolo en letreros más pequeños adentro
2 Cual es su afiliación religiosa
a) colgando un rosario del espejo
b) empotrando enmedio de la parte interior del parabrisas un crucifijo casi de tamaño natural
c) instalando un nicho con uno o dos santos dentro de la unidad
d) pegando imágenes de cristo o de la muerte en las ventanillas
3 Por supuesto su inmundo gusto musical
a) Poniendo sus cumbias a todo volumen
b) Con calcomanías de "la Z" o "El panda show"
4 Su total desprecio por el reglamento de vialidad
a) Sin ir mas lejos, manejando como simios con ardor de cola
5 Su afición por el deporte
a) Colgando banderas, muñecos, escudos y demás parafernalia pambolera en todos lados.
6 La existencia de su estirpe
a) Diminutos zapatos colgados de los tubos.
No siento que sea necesario redactar un manual de sabotaje para indicar la manera correcta de retacar de mugre y desperdicios orgánicos los nefastos zapatitos, basta decir que mientras no los vea el mandril al volante no habrá pedo, lo demás es cosa suya, sean creativos.
jueves, marzo 02, 2006
Vive la résistance !
Ya sé, la frase que ocupé para el título ya ha sido quemada en múltiples ocasiones por personas que pretenden aparentar un cierto nivel cultural, o por vándalos que tratan de justificar sus graffitis, por más carentes de contenido que éstos sean.
En mi caso, no voy a comparar mi vandalismo "light" con la revolución francesa, mucho menos voy a justificarme ante ustedes, plebe indigna.
Por lo que a mí respecta puedo ponerle el título que se me antoje.
Una vez aclarado lo anterior, voy a plantear una situación urbana cotidiana, una persona, como cualquiera de ustedes, aborda el microbús como todos los días, al advertir los elevados decibeles de la cacofónica cumbia del operador, considera pertinente tomar asiento en la parte trasera de la unidad, para descubrir con disgusto que hay otro par de bocinas instaladas bajo el asiento trasero, mismas que hacen que sus nalgas vivren acompasada e involuntariamente al ritmo de los sonidos graves de la ya citada cumbia.
¿En qué piensan esos pendejos microbuseros?
Al parecer no es suficiente que ellos (y las gordas que luego suben) escuchen esa mierda de música, también nos la tenemos que recetar los que nos recluímos en el fondo de su maltrecho vehículo, tratando en vano de escapar a los embates de su terrorismo auditivo.
Una vez creado el contexto, procedo a explicarles el modo correcto de sabotear el sonido "surround" de un microbús.
Primero, necesitan ubicar el cable, casi siempre está del lado izquierdo, dependiendo de lo fodongo que sea el "ingeniero aficionado", pueden estar colgando o estar ocultos, en el peor de los casos, pasan el cable por arriba, junto a las lámparas, en ese caso ya te la pellizcaste, a menos que puedas encontrar por donde baja el cable.
El paso que sigue es el decisivo, lo más fácil de hacer, es arrancar o cortar el cable, esto es un modo poco elegante de hacerlo, además, al dejar de oír su ruido, va a mandar al cobrador a investigar, y eso siempre acaba en chingadazos, como sea, si están de humor para chingadazos, adelante, de no ser así sigan leyendo.
Hay que quitar la capa aislante del cable, SIN DAÑAR LOS ALAMBRES (aún)
Un cortauñas puede funcionar a la perfección, no recomiendo usar llaves, porque se pueden doblar y a menos que esté recién hecha, carece del filo suficiente, una lima de uñas también podría funcionar, pero es mucho más latoso, si se sienten suficientemente hábiles inténtenlo con un encendedor, si son muy idiotas de plano absténganse.
A continuación la parte divetida, pueden símplemente cruzar los cables para dejarlos en corto, esto provoca que el volúmen baje drásticamente, pero si el cobrador va a investigar, casi siempre su conclusión es "le has de ver bajado uey"
Si lograron depellejar cuando menos 4 centímetros de cable, pueden intentar romper uno a uno los alambres, hasta que el volumen sea aceptable, (o mejor dicho sufrible, porque la música de microbús nunca será aceptable).
Es todo, salgan y practiquen, la práctica hace al saboteador.
En mi caso, no voy a comparar mi vandalismo "light" con la revolución francesa, mucho menos voy a justificarme ante ustedes, plebe indigna.
Por lo que a mí respecta puedo ponerle el título que se me antoje.
Una vez aclarado lo anterior, voy a plantear una situación urbana cotidiana, una persona, como cualquiera de ustedes, aborda el microbús como todos los días, al advertir los elevados decibeles de la cacofónica cumbia del operador, considera pertinente tomar asiento en la parte trasera de la unidad, para descubrir con disgusto que hay otro par de bocinas instaladas bajo el asiento trasero, mismas que hacen que sus nalgas vivren acompasada e involuntariamente al ritmo de los sonidos graves de la ya citada cumbia.
¿En qué piensan esos pendejos microbuseros?
Al parecer no es suficiente que ellos (y las gordas que luego suben) escuchen esa mierda de música, también nos la tenemos que recetar los que nos recluímos en el fondo de su maltrecho vehículo, tratando en vano de escapar a los embates de su terrorismo auditivo.
Una vez creado el contexto, procedo a explicarles el modo correcto de sabotear el sonido "surround" de un microbús.
Primero, necesitan ubicar el cable, casi siempre está del lado izquierdo, dependiendo de lo fodongo que sea el "ingeniero aficionado", pueden estar colgando o estar ocultos, en el peor de los casos, pasan el cable por arriba, junto a las lámparas, en ese caso ya te la pellizcaste, a menos que puedas encontrar por donde baja el cable.
El paso que sigue es el decisivo, lo más fácil de hacer, es arrancar o cortar el cable, esto es un modo poco elegante de hacerlo, además, al dejar de oír su ruido, va a mandar al cobrador a investigar, y eso siempre acaba en chingadazos, como sea, si están de humor para chingadazos, adelante, de no ser así sigan leyendo.
Hay que quitar la capa aislante del cable, SIN DAÑAR LOS ALAMBRES (aún)
Un cortauñas puede funcionar a la perfección, no recomiendo usar llaves, porque se pueden doblar y a menos que esté recién hecha, carece del filo suficiente, una lima de uñas también podría funcionar, pero es mucho más latoso, si se sienten suficientemente hábiles inténtenlo con un encendedor, si son muy idiotas de plano absténganse.
A continuación la parte divetida, pueden símplemente cruzar los cables para dejarlos en corto, esto provoca que el volúmen baje drásticamente, pero si el cobrador va a investigar, casi siempre su conclusión es "le has de ver bajado uey"
Si lograron depellejar cuando menos 4 centímetros de cable, pueden intentar romper uno a uno los alambres, hasta que el volumen sea aceptable, (o mejor dicho sufrible, porque la música de microbús nunca será aceptable).
Es todo, salgan y practiquen, la práctica hace al saboteador.
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