Porque el mío estuvo pocamadre, por fin pude salir a chelear sin regresar con la ropa apestando a tabaco achicharrado.
Por la calle se veían montones de patéticos idiotas que prefirieron despojarse de su dignidad antes que postergar su vicio, saliendo a la calle a administrarse su dosis de nicotina.
Por alguna razón me imaginé una manada de perros de esos que solo sacan a la calle en las mañanas a cagar en la banqueta.
Si no fuera porque los odio y quisiera verlos muertos, casi me daban lástima, pobres pendejos incapaces de aguantar unas cuantas horas sin inhalar su droga, junkies de mierda.
Todos sabemos que esto no va a durar, que en cuanto la ley de protección a los no fumadores deje de ser noticia, van a empezar las mordidotas y los arreglos "en lo oscurito" para que se pueda fumar de nuevo.
Pero mientras...
¡A la calle perros!
Odio a la gente, y disfruto plenamente verlos amontonados en la banqueta asfixiando sus penas en su inútil humo de tabaco.
Si aunque sea fuera de la verde...
Pero tabaco...
Que vicio más pendejo y sin chiste.
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4 comentarios:
y tu foto??
El pinche alcohol también es una droga, pero es mi pinche gusto y mi gusto es lo importante. Si no les gusta, chinguen a su madre y métanse un cigarro por el anillo.
soy gay y que!!
ººººººººººººººººººººººººººººººººººº
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