domingo, junio 22, 2008

Otra cosa que da pena

Siguiendo con las cosas que rebajan la calidad de vida en este país, le toca el turno a la policía, voy a hablar solamente de los agrupamientos de policía de la ciudad de México, ya que son los únicos que conozco de primera mano.

He escuchado anécdotas escalofriantes de policías en todas partes del país, pero como no me consta y no me gusta hablar a lo pendejo, el que los policías en otras partes del país sean distintos es improbable, pero no imposible.

Para empezar, pueden organizar una encuesta entre larvas humanas de 5 a 10 años con la trillada pregunta "¿Qué quieres ser cuando seas grande?" y casi nadie va a responder "policía".

Si hasta un mugroso anteproyecto de persona no ve como una opción viable ser policía, ¿Porqué alguien en sus 5 sentidos querría serlo?

La respuesta es fácil, NADIE quiere ser policía.

Nadie con dos gramos de cerebro mínimo.

Las condiciones de trabajo son infames, la paga es miserable, no se obtiene respeto de nadie y a veces se arriesga la vida.

De hecho lo único positivo de ese trabajo es que te dejan llevar un arma de fuego, lo malo es que al policía que se le ocurra usarla le esperan más broncas que a un criminal que haga exactamente lo mismo, así que no tiene caso.

Sin embargo, a pesar de ser un trabajo tan culero, siempre hay quien se anima a entrarle.

¿Por qué?

Porque siempre hay gente muy idiota, ignorante y/o torpe como para encontrar cualquier otro trabajo.

Justamente las últimas personas que yo elegiría para investir con cualquier tipo de autoridad.

Bueno, son idiotas, eso no es nada nuevo, casi todas las personas lo son, pero para empeorar las cosas, al no tener vocación, no se comprometen con su trabajo, es decir, no solo no están calificados para desempeñar su trabajo, además no tienen intenciones de intentarlo siquiera.

Esto hasta cierto punto se comprende, supongamos que una señora gorda corre hacia un policía gritando histéricamente como solo las señoras gordas pueden hacerlo y le dice al policía que dos sujetos armados la acaban de asaltar a la vuelta de la esquina.

El policía evalúa la situación del siguiente modo:

• Chale, parece que esos güeyes sí son bien peligrosos
• Si los sigo de seguro me van a querer disparar o algo
• ¿Vale la pena arriesgarme a que me maten?
• Pues ni me pagan tan chido como para arriesgar la vida
• Además yo ni quería ser policía
• Ni madres, mejor me hago pendejo un rato pidiendo refuerzos (que a su vez también se harán pendejos) y ya que esté seguro de que ya se fueron, entonces sí me asomo a la calle de al lado.

Eso en cuanto a seguridad pública, en cuanto a los de tránsito, esos son un animal distinto.

La policía de tránsito del DF (cuando menos) está organizada en una jerarquía que más bien parece una cascada de mierda que cubre tanto a los que ya estaban enmierdados desde antes como a los que pretendían mantenerse limpios.

Y con esta hermosa analogía fecal, me refiero a la corrupción galopante que impera en esta agrupación, por más que un policía de tránsito no quiera ser corrupto, no le queda de otra, porque desde arriba le están pidiendo dinero.

Su esquema de corrupción no es un misterio para nadie en esta ciudad, se ha hablado hasta el cansancio de ello, se han hecho reportajes, documentales y notas periodísticas al respecto, el mayor resultado que se ha conseguido hasta la fecha es la destitución de uno que otro policía corrupto de poca monta.

Para los que no sean del DF, voy a ilustrar el ciclo de la corrupción policiaca con un caso práctico a manera de ejemplo:

1 Juan X como todo buen chilango, en lugar de salir media hora antes de su casa, prefiere ir manejando como pinche loco para que no se le haga tarde, gritando y mentándole la madre a otros tantos pendejos que están en su misma circunstancia.

2 Una vez más, reforzando el estereotipo de los capitalinos y su actitud de "las leyes son para que las sigan los demás" Juan X decide pasarse un semáforo en alto.

3 Justo después de pasar la calle y antes de que empiece a sentirse bien consigo mismo por haberse visto más intrépido que los pasmarotes que se quedaron a esperar la luz verde, el muy pendejo se da cuenta de que una patrulla le está haciendo señas para que se detenga.

4 Después del clásico "¿Me permite su licencia y tarjeta de circulación?" y de una que otra maniobra para poner nerviosa a la presa, uno de los policías hojea su reglamento de tránsito y le informa al estúpido de Juan X a cuanto asciende la multa por pasarse un semáforo en rojo ($252.85), mas lo que se acumule, licencia vencida ($505.70), carro robado, cadáver en la cajuela, o lo que sea que encuentren o se les ocurra a los oficiales.

5 La negociación de la mordida puede llegar a variar, a veces la sugiere el policía, a veces la víctima, pero sin importar quien lo haga, siempre usan eufemismos simpáticos como el clásico cliché "écheme la mano poli".

6 Juan X discretamente estrecha la mano del policía, mismo al que en el transcurso del saludo se le queda pegado un billete de entre 50 y 200 varos, dependiendo del caso.

7 Los policías siguen agarrando y extorsionando imbéciles.

8 Los policías entregan una parte de las ganancias a su jefe directo.

9 se repite el paso 8 hasta llegar la jefe de la policía.

Este asunto sí está muy jodido, creo que ni yo mismo podría meter orden en esta mafia policiaca.

De todos modos aunque pudiera limpiar la corrupción de la policía de tránsito, no lo haría, como sea, a mí me vale madres, no tengo carro ni intenciones de comprar uno, los que sí tengan nave...

CHÍNGUENSE.

Odio a la gente, en especial a los que además de ser pendejos van armados.

lunes, junio 09, 2008

Eau de tu puta madre

Al respecto de lo que he escrito sobre lo mucho que apesta vivir en México (o en la ciudad de México cuando menos), alguien me dijo "Cabrón, tú seguirías chingando la madre y encabronándote de todo aunque vivieras en París"

Después de reflexionarlo un rato, llegué a la conclusión de que este güey está en lo correcto, sin embargo no es motivo para suspender mi serie de disertaciones al respecto.

Pero sí para hacer un pequeño paréntesis para hablar precisamente de uno de los inventos más nefastos de la raza humana, perfeccionado en la tierra del champagne.

El perfume.

Las invenciones humanas surgen de la necesidad de solucionar problemas, entonces:

¿Qué problema se puede solucionar con unas gotas de alcohol con extractos de plantas y diversos productos químicos?

El único fin de las lociones y perfumes es enmascarar olores desagradables, de modo que si un país se iba a distinguir por tener la mejor y más reconocida selección de perfumes, tenía que ser Francia.

Solo he pasado cerca de turistas franceses en tres ocasiones y espero no tener que volverlo a hacer en el tiempo que me queda de vida natural, estos cabrones no podrían oler peor si estuvieran muertos.

Y no es que la raza aria tenga una peste especial, los franchutes huelen a lo que huele todo el mundo, el pedo es que los cabrones no se bañan.

Honestamente creo que tres franceses apestosos no son una muestra suficientemente amplia para reforzar un estereotipo, estoy seguro de que hay en el mundo franceses que se bañan diario, pero deben ser una minoría, para los que no estén enterados, el no bañarse diario es solo un inofensivo atavismo de lo que eran las costumbres higiénicas en la Francia de la edad media.

Muy pinches cosmopolitas y sofisticados, pero su principal ciudad no tenía drenaje y sus calles apestaban a estiércol, de hecho si algún día llegan a visitar el palacio de Verasalles, pregunten dónde acostumbraba cagar el "rey sol", a ver qué les contestan.

Como sea, eso solo fue para poner las cosas en contexto, en realidad me vale madres si los franceses se revuelcan en mierda, el asunto es que alguien que se baña diario y no tiene hongos o alguna enfermedad exótica en la piel no tiene para qué chingados andarse perfumando.

¿Por qué lo hacen?

Solo hay una respuesta correcta:

A las hembras les gusta como huelen esas porquerías.

Eso es un hecho innegable, pero muchos idiotas se van con la finta y estiran este hecho fuera de toda proporción.

Creen que oler a "hugo boss" de algún modo va a compensar el hecho de que son unos pendejos con nulas capacidades sociales y que el olor artificial de su loción mágicamente va a convertir a aquella hembra inalcanzable en una mera funda sexual.

Se oye idiota, pero hay quien lo cree firmemente, de hecho, conozco imbéciles que creen en el "efecto axe".

¡Háganme el puto favor!

Por eso abundan los pendejos que parece que se dejan marinando toda la pinche noche en "versace dreamer" pirata y van apestando a diez metros de distancia, cuando uno de estos cabrones se sube al metro no sabes si sea buena idea voltearle un chingadazo, no sea que te queden apestando los puños.

No se apendejen, a las hembras les gustan ese tipo de olores, pero del mismo modo que les gusta el olor a chocolate, flores o café.

Y hasta ahora no he sabido de una hembra que se sienta sexualmente atraída por una taza de café.

Ahora que si me van a salir con el cuento de los perfumes de feromonas, entonces son más tarados de lo que pensaba, ni siquiera vale la pena que me gaste los dedos escribiendo acerca de semejante estupidez.

Una vez aclarado ese punto, pasemos al siguiente:

¿Quién hace estas chingaderas?



¡No pinches mames!

¿Un vejete pedorro y un cachetón de dudosa orientación sexual son los que dictan a qué debe oler un hombre?

Solo son un par de ejemplos, no pude encontrar más fotos de "perfumistas", sigue siendo una muestra demasiado pequeña como para establecer algo en firme, pero no creo que los demás sean muy distintos.

Bueno, por si eso fuera poco, ahora resulta que un producto químico empleado en los perfumes puede ser la causa de que cada generación de humanos salga más idiota que la anterior.

Según investigadores de harvard, los ftalatos empleados para que dure más la peste de las lociones están causando daños a nivel genético en el esperma de los pendejos que se perfuman

Ahi está el link, ustedes sabrán si les creen, como yo no uso esas porquerías, a mí la verdad me vale madres

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2002/12/11/biociencia/1039606323.html

Ya por último, me acabo de acordar de algo cagado que viene al caso.

La peor selección de palabras que he visto para promocionar un nuevo perfume fue la que leí en una nota de yahoo noticias hace algunas semanas, el encabezado decía:

"¿Quieres oler como Thalía?"

Lo primero que pensé fue ¿Por qué chingados alguien querría oler a semen de millonario?

Odio a la pinche gente y el hecho de que se perfumen solo incrementa mi odio.